Reseña Aquel último verano

Título: Aquel último verano
Autora: Susanna Herrero
Serie: Cabana
Nº: 1
Año de publicación original: 2019

Sinopsis: Alex y Priscila se conocieron un verano de color verde y canciones de los 90, cuando solo tenían ocho y cinco años, él llegó de Londres y se mudó a la casa de enfrente.
Alex y Priscila se dieron su primer beso dos veranos más tarde, flotando en esas aguas que eran parte de su historia.
Alex y Priscila se besaron de verdad cinco veranos después en un juego de la botella y con la noche de San Juan como telón de fondo.
Alex y Priscila vivieron juntos muchas aventuras más.
Para ella, Alex era el vecino que le enseñó a contar números a poner colores a los veranos.
Para él, Priscila era el ángel con zapatos de pompones y lazos extravagantes, la chica ingeniosa y la Reina del Desierto.
Pero entonces sucedió aquello y Priscila huyó al otro lado del océano.
Cuatro años después, Priscila regresa a su pueblo natal para asistir a la boda de uno de su hermanos. Regresa a su amado Mediterráneo, al sol y al agua, pero también a… Alex.
Alex, que no quiere saber nada de ella.
Alex, cuyos ojos solo reflejan resentimiento y hostilidad.
Alex, que continúa siendo su marido.
¿Qué fue lo que ocurrió aquel último verano?

MI OPINIÓN

Que difícil lo que viene a continuación. Los Cabana han sido mi gran descubrimiento en lo que va de año y todo empezó con este libro. Además, llegó justo en el momento en el que lo necesitaba y me da miedo no hacerle justicia.

Todo comienza cuando Priscila, la menor de los hermanos Cabana y única chica, regresa a su pueblo natal con motivo de la boda de uno de sus hermanos. Los reencuentros tardarán poco en hacerse presente, y no todos son tan esperados ni bienvenidos como otros.

Y a partir de ese momento no puedes dejar de leer. Te preguntas qué pasó, cómo ha llegado hasta ese punto y qué va a pasar, cómo van a acabar como quieres que acaben. Durante la lectura se van concatenando capítulos del presente con capítulos del pasado, y poco a poco todo va cobrando sentido.

Para mí fue un continuo “no, no, que esto no sea así, que haya algo más allá”. Y es que presenta uno de los clichés que menos me suele gustar (sobre todo, porque no suele estar bien llevado). Creo que los motivos de Pris los pillé bastante pronto, pero no tenía claro cómo se iban a desarrollar las cosas en los diferentes puntos de la novela  (no es que no me estuviera gustando, pero había algún fleco por ahí que me preocupaba. Y yo tenía clarísimo que me iba a gustar el final). Y me gustó. Me gustó mucho.

Desde luego el punto fuerte del libro son los personajes (tanto principales como secundarios) y las relaciones que se crean entre ellos. Cada hermano Cabana es completamente diferente y ya se les nota solamente por su manera de expresarse.

Por ponerle un pero (a veces me pongo puntillosa), me habría gustado ver más de la perspectiva de Alex.

Me he enamorado de los personajes, me he reído y he llorado muchísimo (que síííí, que soy una llorona, ya lo séééé…). De hecho, hubo un momento que no podía parar de llorar ni respirar por culpa de los mocos que me habían provocado la llantina y fui incapaz de dejar de leer (y todo se habría solucionado si hubiera descansado cinco minutos, pero mi enganche no me lo permitió).

Aquel último verano es una novela romántica contemporánea que transcurre en un pequeño pueblo alicantino y que nos introduce de lleno en la familia Cabana. Una historia de reencuentros, de preguntarte continuamente que sucedió y de la que es imposible salir sin el corazón derretido. Eso sí, elegir un hermano Cabana me resulta casi imposible.
¡Una gran lectura!